Durante el embarazo, se producen muchos cambios en el cuerpo de la embarazada. Estos cambios suelen ir acompañados de pequeñas o grandes molestias para la madre. Uno de los problemas más comunes en las embarazadas, y mas cuando se acerca el verano, es la mala circulación en las piernas durante el embarazo.
En este texto vamos a explicar el por qué aparece la mala circulación, cuales son sus síntomas y cómo podemos prevenir o intentar eliminar estos síntomas en el embarazo.
Durante el embarazo, para que el útero materno y el bebé reciban suficiente oxígeno, aumenta en un 40% el volumen en sangre de la madre, es decir, hay más litros en el sistema circulatorio matero. Esto puede provocar que las venas se dilaten y se creen las varices, que son venas hinchadas.
A menudo, las varices suelen ser dolorosas y suelen aparecer en las zonas corporales que sostienen más peso y presión, como las piernas, la vulva y el ano, estas últimas comúnmente conocidas como hemorroides.
Por otra parte, el aumento de sangre en la embarazada hace que los tejidos acumulen líquido, apareciendo edemas. Los edemas nos producen sensación de pesadez corporal, cansancio e hinchazón de piernas, este último es el más común junto con el hinchazón de manos y cara.
Estas molestias de pesadez en el embarazo suelen ser más intensas hacia el final del día, por el cansancio y la presión gravitatoria, y en verano, a causa de las altas temperaturas.
Además, los cambios hormonales producidos en el embarazo, también ayudan en la aparición de edemas y varices, en especial el aumento de la progesterona.
Todas las mujeres embarazadas suelen padecer estos problemas con mayor o menor medida, aunque las mujeres que los padecían de antes de quedarse embarazadas o que sufren enfermedades renales, cardíacas, sobrepeso o tienen una vida sedentaria, son mucho más propensas a tener retención de líquidos y problemas de circulación sanguínea durante el embarazo.
A continuación nombraremos algunos consejos que debes seguir para prevenir o eliminar todos los síntomas anteriormente dichos durante el embarazo. Haz click aquí para leerlos con más detalle.
Evita las temperaturas elevadas
Las duchas frías son uno de los mejores remedios.
Como bien hemos podido observar en este post los problemas circulatorios en el embarazo son muy habituales pero se puede tratar de prevenirlos o reducirlos mediante una ida activa, saludable y si es necesario la ayuda de masajes.
Pero recuerda, siempre es mejor prevenir que curar, no esperes a tener retención para intentar aliviar los síntomas, cambia ya tu rutina y empieza a realizarte masajes. Si tienes cualquier duda, no dudes en preguntarnos a nosotros o a tu matrona o ginecólogo.