En anteriores posts hemos explicado que es una ventosa y para qué sirve, esta vez vamos a explicar cómo se utilizan las ventosas.
Para poder realizar el tratamiento con ventosas lo más importante que debemos saber es que la parte a trabajar debe estar descubierta. Es muy recomendable aplicar aceite o crema hidratante en la piel, pero si queremos deslizar las ventosas el aceite será muy necesario.
En la imagen podemos observar cómo la terapeuta va a introducir el fuego dentro de la ventosa para que cree el vacío al colocarla sobre la espalda de su paciente.
El tiempo de aplicación puede variar entre 5 y 15 minutos, pueden ser aplicadas en una sesión suelta o se pueden llegar a aplicar ocho sesiones una vez por semana durante ocho semanas consecutivas.
Como hemos explicado en anteriores posts, cuando la ventosa se coloca con mucha presión o se deja sin mover por mucho tiempo, pueden surgir unas pequeñas ampollas de sangre en la región. En caso que esto ocurra, debemos el tratamiento de inmediato.
Aunque es relativamente segura, el tratamiento de ventosa-terapia posee algunas contraindicaciones, por lo que no debemos aplicarlas en personas que presentan:
En la imagen podemos observar como retiran la ventosa estirando y haciendo presión sobre la piel para que esta se quede y se separe.
Para saber un poco más sobre las ventosas podéis entrar en los siguientes enlaces: